Los pensamientos derrotistas: ¿hechos o percepciones?
- Jaime Santana
- 27 nov
- 2 Min. de lectura

Adriana Agudo Vicci.
Especial del GrupoCieg.org
¿Cuánta energía has invertido en esta línea de pensamientos: “no voy a poder”, “no sirvo para esto”, “nadie me dará una oportunidad”, “es inútil intentar aprender un nuevo idioma”, o “a esta edad no encontraré nuevas amistades”?
Estos pensamientos surgen porque tu mente procura protegerte ante lo desconocido y en lugar de decirte “atrévete”, te propone “no te arriesgues”.
No obstante, sabes que tienes una serie de habilidades muy útiles que te ayudarán a transformar este modo derrotista que a veces nos asalta con tanta naturalidad, más cuando nos sentimos nostálgicos, cansados, como si todo requiere un doble esfuerzo y los resultados se ven un tanto lejanos.
La solución está en cambiar de actitud. Pasar de una actitud derrotista a una realista.
Si quieres intentarlo te traigo unas ideas muy simples para comenzar con el cambio. Aunque, ten muy presente que, aunque simples, requieren de tu constancia.
¿Cómo empezar a transformar esos pensamientos derrotistas?
Detecta la voz derrotista.
Cada vez que te digas algo negativo, detente y pregúntate: “¿Esto es un hecho o es solo un pensamiento?”. La mayoría de las veces es lo segundo.
Cuestiónalo. Pregúntate:
¿Qué pruebas tengo de que esto es cierto? ¿Le diría esto a alguien que quiero? ¿Me ayuda pensar así o me hunde más?
Cambia ese mensaje por uno más realista.
En lugar de “no puedo”, prueba con “aún no puedo, pero estoy aprendiendo”. Suena pequeño, pero cambia todo.
Rodéate de personas que sumen.
Busca otros migrantes que te inspiren o te entiendan. Escuchar historias de quienes superaron lo mismo que tú, siempre ayuda a recapacitar y te empuja hacia lo que realmente deseas.
Celebra los pequeños logros.
Conseguir trabajo, aprender una palabra nueva, entender un trámite, descubrir amistades, cada paso cuenta. Escríbelos para que de manera gráfica te convenzas de tu fuerza y que has avanzado más de lo que crees.
Reemplázalo por algo más útil.
No se trata de pensar “todo es perfecto” ni de crear ideas triunfalistas, sino de encontrar una versión más realista y esperanzadora. Por ejemplo:
En vez de “no puedo hacerlo”, di “voy a intentarlo poco a poco”.
En vez de “si fallo, es el fin”, di “si fallo, lo intentaré de otra manera”.
Actúa, aunque tengas dudas.
Actuar. Es la mejor opción ante la duda.
La acción es el mejor antídoto contra los pensamientos derrotistas. Cada paso, por pequeño que sea, te demuestra que sí puedes avanzar.
Recuerda, querido compañero de viaje migrante, si este texto te hizo reflexionar, compártelo. Quizás alguien más necesita leerlo hoy.
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