top of page

Los hábitos, esos pequeños pasos para adaptarte a tu nueva vida

  • Foto del escritor: Jaime Santana
    Jaime Santana
  • 19 sept
  • 3 Min. de lectura
ree

Adriana Agudo Vicci

Especial GrupoCIEG.org

 


Si eres de los que septiembre te produce el ánimo de crear metas y propósitos como aquellos de año nuevo, aquí encontrarás algo mucho más útil: cambiar ciertos hábitos e integrar algunos nuevos.

 

En caso de que así sea, te acompaño con algunos datos que te ayudarán con ese empujón inicial y la constancia posterior que necesitas.

 

¿Alguna vez te has sorprendido haciendo algo sin pensarlo demasiado? Cepillarte los dientes, amarrarte los zapatos o mirar el móvil nada más despertar… Todos son hábitos que ejecutamos en piloto automático. Porque nos hemos entrenado para ello.

 

Lo interesante de los hábitos es que, aunque parecen cosas simples, construyen gran parte de nuestra identidad.

 

Y la verdad es que somos lo que hacemos cada día. No lo que prometemos en determinados momentos.

 

 

¿Cómo se crea un hábito?


señal – rutina – recompensa

 

Un hábito se crea con estos tres elementos: la señal es el disparador (por ejemplo, la alarma del móvil), la rutina es la acción (ponerse las zapatillas de deporte) y la recompensa es cómo te sientes después (energía, satisfacción, orgullo). Suena bien… ¡a que sí!

 

Repite este ciclo y, con el tiempo, tu cerebro ahorrará energía y lo automatizará.

 

Recuerda:


  • Pequeño es mejor que perfecto. No hace falta correr una hora diaria; empieza con diez minutos.

  • Hazlo obvio. Si quieres leer más, deja el libro en la mesita y no escondido en la estantería.

  • Asócialo a algo que ya haces. Por ejemplo: después del café de la mañana, revisa noticias de la ciudad a la que te acabas de mudar. Así aprenderás algo nuevo y útil cada día.

  • Recompénsate. Con un “¡bien hecho!, ves que sí es posible” mental, que también cuenta.

 

Estos pequeños pasos te ayudarán a adaptarte a tu nuevo entorno y marcarán una gran diferencia en el tiempo.

 

Así que, ya que estamos en septiembre, no esperes el próximo lunes para empezar, ¿qué pequeño gesto podrías repetir hoy mismo que te acerque a lo que has anhelado durante mucho tiempo?

 

Antes de despedirnos, quiero recomendarte Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios de James Clear, donde encontrarás estas cuatro claves:

 

Hazlo obvio deja la señal clara (el libro en la mesa, las zapatillas junto a la cama).

Hazlo atractivo vincúlalo con algo que disfrutes.

Hazlo fácil empieza en pequeño: no leas noticias que te impacten negativamente, lee información que te abra nuevos caminos.

Hazlo satisfactorio reconoce tu logro, celebra lo conseguido.

 

Lo que nos lleva a cómo romper un mal hábito

 

Los malos hábitos siguen las mismas reglas

 

Para hacerlo sigue las mismas reglas. Haz lo contrario: que sea invisible, poco atractivo, difícil y nada satisfactorio.


Si siempre comes galletas (o tequeños) viendo una serie o película, ya sabes qué pasa.


Cambiarlo es modificar el ciclo. Cambia la señal. No compres galletas. O disminuye las horas que les dedicas a las series.


En lugar de revisar X con el primer café, dedícale dos horas al nuevo curso que te promete un avance en tu profesión.

 

 


El contenido de los artículos de BienEstar allá donde vayas, son meramente orientativos. Siempre recomendaremos el asesoramiento directo y personal con un profesional en el área.


Foto: millann

Comentarios


Formulario de suscripción

¡Gracias por suscribirte!

  • Instagram
  • Facebook
  • X   Twitter

Editado por

Logo Islas K png BLANCO 800px_edited.png
bottom of page