Equipo de Bienhallados/España/Fotos de cortesía
La Navidad en España se caracteriza por sus villancicos, poner el Belén en las casas y espacios públicos (por ejemplo en los Ayuntamientos), jugar un número del Gordo Navideño, comer las 12 uvas en Nochevieja, ver la Cabalgata de los Reyes Magos y desayunar con el Roscón.
Estas son fechas destinadas a encuentros, comidas y cenas con familiares y amigos. La noche más especial es la del 24 de diciembre, cuando se reúnen para celebrar la Nochebuena.
En la mesa española, normalmente se incluyen numerosos entrantes como jamón ibérico, mariscos y quesos, seguidos por platos como sopas, asados de carne, de pescado o pavo relleno. Y para finalizar, dulces y postre, especiales protagonistas de la gastronomía navideña. Turrones, mazapanes, polvorones, mantecados son algunos de los imprescindibles a probar.
En España el alumbrado navideños engalana las ciudades, entre las que destacan Madrid, Barcelona, Málaga o Vigo, localidades que pueden presumir de provocar el asombro en niños y mayores. Desde finales de noviembre, es habitual que, en todo el país, las calles se iluminen con colores y motivos navideños. Un buen plan para disfrutar la Navidad española, es un paseo nocturno bien abrigados, y con un “cucurucho” de castañas asadas en la mano, por los mercadillos y belenes.
El sorteo del premio Gordo de Navidad forma parte de la identidad decembrina. Los números se venden durante casi todo el año y el momento esperado reúne a miles de jugadores de lotería en todo el mundo
Con el día de Reyes, culmina la Navidad. La tradición señala que cada niño escriba a comienzos de diciembre, una carta a los Reyes explicándoles cómo se han portado durante el año y pidan sus regalos. En centros comerciales y espacios de ocio se habilitan buzones para enviar estas cartas y con frecuencia los pajes reales aparecen para recogerlas en mano.
La tarde del 5 de enero, los Reyes Magos de Oriente llegan a todas las ciudades con una divertida cabalgata por las calles repletas de niños. Después, toca irse temprano a dormir y esperar con toda la ilusión la mañana del día siguiente para ver qué regalos han traído Melchor, Gaspar y Baltasar y, por supuesto, desayunar Roscón.